Conocimos a una familia encantadora que se encuentra en una etapa muy especial de su vida. Está conformada por papá y mamá, ambos médicos dedicados, comprometidos con su vocación y con una profunda visión de hogar y bienestar. Juntos están formando un refugio para su pequeña hija de tres años y preparándose con mucha ilusión para la llegada de un nuevo bebé.

Nuestro objetivo con este proyecto de interiorismo es crear un espacio que funcione como un verdadero refugio para ellos. Buscamos traducir su ritmo de vida, su amor por los detalles y su deseo de equilibrio en una propuesta que ofrezca confort, funcionalidad y belleza.

Idea central:
Un hogar como santuario cotidiano. Un espacio que abraza la calidez de la vida en familia, promueve la calma en lo cotidiano y se convierte en el lugar donde desconectarse del exterior significa reconectarse entre ellos.

•Conexión emocional: Espacios que invitan a compartir —como una cocina abierta al comedor, una sala envolvente o un rincón de lectura familiar— refuerzan los vínculos y el valor de estar presentes.

•Naturaleza y equilibrio: Materiales nobles, textiles suaves, colores neutros y elementos naturales crean una atmósfera que respira tranquilidad y armonía.

•Versatilidad consciente: Ambientes adaptables a las diferentes etapas de la familia, con mobiliario funcional y flexible que crece con ellos.

•Desconexión digital, conexión humana: Se priorizan espacios sin pantallas, zonas de descanso visual, rincones sensoriales y de juego que invitan al aquí y ahora.